domingo, 26 de agosto de 2012

25-A 2012: Segundo aniversario de la caravana de niños...

CARAVANA DE NIÑOS DOS AÑOS DESPUÉS: OPINIÓN
(EL CUENTO DE LA LECHERA)

"Una lechera llevaba en la cabeza un cubo de leche recién ordeñada y caminaba hacia su casa soñando despierta.
-Como esta leche es muy buena -pensaba-, dará mucha nata. Batiré muy bien la nata hasta que se convierta en una mantequilla blanca y sabrosa, que me pagarán muy bien en el mercado. Con el dinero, me compraré un canasto de huevos y, en cuatro días, tendré la granja llena de pollitos, que se pasarán el verano piando en el corral. Cuando empiecen a crecer, los venderé a buen precio, y con el dinero que saque me compraré un vestido nuevo de color verde, con tiras bordadas y un gran lazo en la cintura. Cuando lo vean, todas las chicas del pueblo se morirán de envidia. Me lo pondré el día de la fiesta mayor, y seguro que el hijo del molinero querrá bailar conmigo al verme tan guapa. Pero no voy a decirle que sí de buenas a primeras. Esperaré a que me lo pida varias veces y, al principio, le diré que no con la cabeza. Eso es, le diré que no: ¡así!
La lechera comenzó a menear la cabeza para decir que no, y entonces el cubo de leche cayó al suelo, y la tierra se tiñó de blanco.
Así que la lechera se quedó sin nada: sin vestido, sin pollitos, sin huevos, sin mantequilla, sin nata y, sobre todo, sin leche: sin la blanca leche que le había incitado a soñar"

Algo parecido a lo sucedido en esta fábula de la Fontaine, parece estarle pasado al ayuntamiento de Castelnou con su proyecto de repoblación (caravana de niños) que ahora cumple dos años.
Este año, no se ha celebrado por todo lo alto, como el año pasado el cumpleaños de esta inicativa, 
Ya se veía venir.
El propio alcalde, José Miguel Esteruelas, reconocía "varias" veces en una carta, que no están pasando por un buen momento en la corporación municipal.
>> lee esta carta.
Una corporación a mi juicio, empeñada o sumamente encabezonada, algo por otro lado muy aragonés, en mantenerse firme en la defensa de la única empresa, que protagonizó este proyecto y que pretendía acabar con todos los males causados por la despoblación en nuestra localidad.
Muy lejos de que esto se pudiera hacer realidad, quizás mareados por el éxito mediático, la dirección de este proyecto, o sea, este alcalde y sus allegados, se volcaban apresuradamente en dar la bienvenida a una nueva empresa que  traería gente, y por supuesto niños a Castelnou. Estos trabajadores se comprarían casas, crecería la demanda de servicios, se crearían pequeños negocios...
Con los beneficios de esta empresa y el resto se intentarían mejorar servicios, como por ejemplo la atención médica, etc.
Al igual que a nuestra lechera, a la dirección de este proyecto, las ilusiones por todos estos avances y mejoras les desviaron de la atención sobre la posible viabilidad de esta empresa, y el trabajo de integración social que inevitablemente conlleva traer a toda esta nueva gente. Unos nuevos pobladores que acudían a Castelnou sin ningún tipo de selección, salvo el requisito de que tuvieran niños y además fueran la típica pareja jóven en el sentido más tradicional. En el primer tropezón se truncaron las ilusiones y la credibilidad de todo esto.