domingo, 28 de octubre de 2012

Tras la fuerte lluvia llega el frío cierzo

UN PASEO PARA DESPEJAR LA CABEZA

El tio Valero me decía en el bar que estas últimas lluvias han dejado en Castelnou casi 70 litros por metro cuadrado.
- "buena falta hacía que lloviera" - decía también.
Un paseo hasta las Chilandras me hacía pensar un poco en el poder de limpieza que la lluvia y el viento tienen. Hacía mucho tiempo que las lluvias no estaban presentes con tanta fuerza, y quizás las "cuatro gotas"  que caían manchaban de tierra, más que limpiaban. El resultado lo podíamos ver en los coches.
Salgo del bar, con un paquete de pipas en la mano, comiendo y bien abrigado, pues las temperaturas han descendido por debajo de la decena de grados. El viento, hoy un poco menos fuerte que la tarde de ayer, hace que la sensación térmica sea bastante inferior a la medida que marca el termómetro.


Sobre el puente, me llama la atención el movimiento de las hojas todavía presentes en los sauces llorones, que podemos ver en la rivera. También llamaba mi atención, que pese a que ya hace unos días que cesaron las lluvias, el cauce del río sigue crecido. La velocidad y el color, todavía marrón del agua, muestran su fuerza. Hago una foto y coloco los auriculares en mi Smartphone. Escucho una nueva lista de canciones recién volcadas en la memoria del teléfono. Esto refuerza el papel renovador de las pasadas lluvias, una constante que me acompañará todo el paseo.
Sigo el camino que bordea la margen izquierda del río Martín hasta las Chilandras, acompañado por este cierzo fresco o fuerte viento, que despertaba la mañana de ayer, y un sol que calienta al entrar en contacto con la cara, haciendo que este paseo sea más llevadero.
Rápidamente llama mi atención olor a tierra todavía húmeda, que transmite una sensación de limpieza. El viento que arrastra todo lo que pilla, va dejando la tierra y las ramas de los árboles que todavía tienen sus hojas secas, limpios, a la espera del descanso que vivirán este próximo invierno.

LA LLUVIA HA TRAÍDO EL CAMBIO DE TIEMPO
Un cambio de tiempo que puede estar en consonancia con como están también cambiando las cosas en la pequeña sociedad de este municipio.

El paso del tiempo hacía que el polvo y la suciedad que encontramos en el aire se depositara añadiendo carga o peso en todas las superficies, ramas, hojas, paredes, piedras...
Solemos limpiar de este polvo las superficies de nuestras casas. En la calle y en los campos, el agua de la lluvia lo limpia todo, cuando ésta es abundante, arrastrando de forma natural esta suciedad hasta la tierra, de donde procede en general.
A su vez esta lluvia desplaza esta suciedad por la tierra en forma de riadas, que también arrastran objetos (muchas veces basura) obedeciendo a la fuerza de la gravedad y ordenándolo todo según maca la orografía del terreno.
Cuando las lluvias son torrenciales suelen romper las barreras artificiales que hemos podido construir, en ocasiones de forma sumamente violenta.

Tal como avanzaba en mi camino se me ocurría un símil entre todos estos fenómenos naturales, cíclicos, y el movimiento, que de forma natural ha surgido entre buena parte de la gente en Castelnou. Paradójicamente desde hace un tiempo se ha cuestionado mucho todo lo relativo a nuestro ordenamiento municipal. El lastre o la carga que han supuesto las cosas que no funcionan correctamente y la constancia en estos procesos fallidos, sucedidos desde hace bastante tiempo, serían comparables a ese polvo o basura, que de la misma manera que en las ramas de los árboles y las hojas, pesan sobre esta sociedad local. La convivencia con esta carga social, en muchos casos mal distribuida, al igual que lo hacen el polvo, la basura, los malos olores, etc, hacen aparecer el descontento y el cansancio, que aquí vemos reflejado en lo que podemos llamar estrés social.
No es de extrañar que esta sociedad se plantee hacer cambios y limpieza, que devuelvan el orden natural o más lógico de las cosas.
Daba igual el sonido de los auriculares. Una canción de Bob Dylan venía a mi mente:
Esta canción habla de como un niño con ojos azules, inocente y ajeno a lo que le rodea, ve cosas desagradables, la solución o la reacción a todo esto se repite a modo de estribillo, dando título a esta canción; ...es fuerte, es fuerte la lluvia que caerá.

Después de la lluvia llega el viento frío del nordeste que aquí se conoce como cierzo. Este viento seca y arranca las gotas de agua con la suciedad disuelta en ellas. Tambalea árboles y todo cuanto puede mover. Arrastra también las hojas, que amontona donde la tierra ofrece la resistencia necesaria. Limpia también el ambiente de partículas en suspensión; Descontamina. Extiende el olor a limpio, que con lo fresco sus bajas temperaturas, dando una sensación de mayor limpieza. El frío del invierno ha llegado y con él, el descanso y la preparación para la nueva temporada de acción que llegará con la nueva primavera.
Lluvia y cierzo limpian el ambiente y el campo, de la misma forma que las últimas reuniones entre los ciudadanos y el ayuntamiento de esta localidad, ponían de manifiesto un tiempo de cambio y limpieza. El proceso no ha hecho más que empezar. Esta corriente trata de desmontar y renovar la forma o el funcionamiento de esta estructura, para que sea más adecuada a lo que se demanda; que sea más justa...

Las previsiones meteorológicas anuncian nuevas lluvias. Espero que se limpie y llegue así el invierno del descanso previo a la construcción.
De nuevo otra canción de Dylan vuelve a mi mente:
En este recorrido observo como algunos vecinos recogen también esos champiñones que crecen en los campos fruto de las lluvias. Llegando a las Chilandras, veo como los restos de un casco de moto, todavía están manchando el cauce de una acequia. Una bota llena de barro está abandonada junto al río. Hará falta más limpieza. Todo debe ir e irá a mejor.
La vuelta a casa me da que pensar en todo esto que posteriormente cuento en estas líneas.

LOS TIEMPOS ESTÁN CAMBIANDO!!

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