¡Cómete una rosca!

Hoy es el día de la Rosca. 

Así llamamos casi todos ahora al día de Pascua de Resurección, en el que en la mayoría de los casos "inconscientemente" festejamos la resurrección de Cristo.

Torta con dos huevos duros denominada rosca

Muy lejos han quedado los días lúgubres del pasado en que conmemoraba la pasión o la muerte de la principal figura de la Iglesia Católica. Dicha muerte se recuerda todos los años la noche del jueves al viernes de la primera semana con luna llena de primavera, que conocemos como Semana Santa.

¿Qué pensaría Nietzsche después de ver Romper la Hora?

Son pocos los visitantes y habitantes de Castelnou que no acuden a cualquiera de los pueblos más cercanos de la Ruta del Tambor y Bombo a ver este y estruendoso evento. Romper la hora es una impresionante preformance colectiva en la que prácticamente todos los vecinos y visitantes de estas pequeñas localidades del norte de Teruel, desde hace un montón de años, se agrupan en sus principales plazas para protestar haciendo sonar el estruendo de bombos y tambores cuando "se cumplen años" de la muerte de Cristo. Acto que según la tradición cristiana, tenía lugar la noche del jueves al viernes, a las 00:00 horas.

Desde luego, esta exhibición o manifestación no deja a nadie indiferente. La aproximadamente media hora del rugido de bombos y tambores genera una confusión a los asistentes, que parece parar el tiempo; quizá de ahí el nombre "romper la hora". En el pasado los más mayores cuentan que se paraban los relojes en el momento de la crucifixión, como muestra de respeto.

El color negro de los atuendos (casulla y tercerol) de todos cuantos participan con sus tambores o bombos en procesiones, se repite durante estos días en las localidades del Bajo Martín, también en señal de luto o duelo. El duelo o respeto a los oficios religiosos, ahora en la mayoría de los casos, se ha transformado en pasión por participar de éstos. Esta pasión que hace que la preparación de la Semana Santa y la participación en estas procesiones sean unas de las principales e importantes preocupaciones de todos cuantos participan en estos eventos, perfectamente coordinados y llenos de entusiasmo o"devoción". Sin duda en estos pueblos se vive sobremanera la Semana Santa.

El poblano Román Sierra nos muestra en su vídeo "Romper la Hora" varias visiones de esta noche en la Puebla de Híjar:

>> Pincha para ver este vídeo

"Dios ha muerto" proclamaba Nietzsche a finales del XIX en su Viernes Santo particular ¿Nos hemos puesto las pilas desde entonces y hemos cambiado los valores tradicionales por otros nuevos?

Ahora la Semana Santa es el principal puente festivo de la primavera. Es una de las fiestas más esperadas, que parecen anunciar el próximo verano. La principal preocupación parece ser para casi todo el mundo, que haga buen tiempo o poder alargar este puente. Aquí, el día de la Rosca es el día de ir a comer y beber al campo, muchas veces en exceso. Pero siguen muy presentes las imágenes que obedecen a tradiciones o la "moralidad esclava" de la que hablaba el filósofo alemán.

Cualquiera que cuente con más de 50 años en Castelnou recuerda aquellas Semanas Santas de su infancia como unos días tristes, lúgubres y muy, muy religiosos...
MEMORIA ORAL EN CASTELNOU: RECUERDOS DE SEMANA SANTA

Todo comenzaba el Domingo de Lázaro (domingo anterior al de Ramos) cuando se tapaban los santos de la iglesia con telas negras. Los altares eran desprovistos de sus folres. Y sólo se encendían las velas del altar mayor, durante las misas. Así permanecía todo hasta el Domingo de Pascua.

Desde entonces, hasta la Pascua, no se tocarían las campanas, más tarde, el Jueves Santo, el reloj de la torre se paraba y se recorrían las calles con una matraca para anunciar los oficios religiosos. "el primero"-deían los chavales o monaguillos matraca en mano para anunciar el primer toque- "el segundo"...

Llegados al Domingo de Ramos, se hacía una procesión sólo por la plaza de la Iglesia, donde la gente portaba pequeñas ramas de olivo o laurel. Lo más pequeños llevaban colgados de estos ramos "puros de caramelo", rosquillas, caramelos, piruletas, "rosarios de palomitas", chupa-chups...

Desde el jueves, después de la misa, comenzaban turnos de velatorio a Cristo. A esto se le llamaba "Vela al Santísimo". Mujeres y hombres, que ya habían recibido la primera comunión, permanecían por turnos de rodillas en un reclinatorio frente al Sagrario o Mormento (un pequeño armario en el que se encuatra el cáliz con los sacramentos, que representan a cuerpo y sangre de Cristo) que previamente se había trasladado del altar mayor al lateral y central , en el que habitualmente se encontraba San Valero. Frente a este altar se colocaban dos reclinatorios para hombres (a la izquierda) y otros dos a la derecha para las mujeres. Estos turnos tenían lugar hasta las 12 de la noche del viernes y se volvían a retomar a las 6 de la mañana.

El traslado del Sagrario al Mormento, lo realizaba el párroco debajo del palio portado por los representantes del Ayuntamiento, quien llevan en la otra mano una vela o cirio encendido. El párroco llevaba bajo esta tela sujeta a cuatro varas, la custodia que portaba los sacramentos, en forma de oblea u ostia.

El Viernes Santo por la mañana se recorrían las calles de Castelnou en procesión con los el Cristo crucificado y la imagen de "la Dolorosa". Ese viernes por la tarde se repetía la ceremonia del día anterior a la inversa, trasladando de nuevo los sacramentos al altar mayor, en el que estaban durante todo el año.

El Sábado Santo se bendecía el agua que serviría para los bautizos y otros oficios. También todos asistentes podían llevarse una poca de ésta, con la que rujiaban sus casas.

Finalmente el domingo la campana "Valera", por medio de un repique anunciaba la resurrección de Cristo. Por este motivo la tarde de este domingo se realizaban meriendas en el campo, "ir a la Rosca", que en muchos casos se repetíría los lunes y martes siguientes. Para esta celebración se hacían unas tortas con huevos duros pegados en el centro que reciben el nombre de roscas.

Procesión de tambores subiendo la calle de la Iglesia, 1978

A mediados de los años 70, en Castelnou como en otras tántas poblaciones cercanas a la Ruta, se intenta copiar el toque del tambor. Y podemos ver algunas procesiones en las que sólo salen a la calle, sin túnicas, los más jóvenes.

>> Unas fotos de la Semanas Santas en Castelnou

Esta costumbre se pierde ya en los años 80 cuando muchos de éstos acuden a tocar principalmente a la vecinas localidades de Samper y la Puebla de Híjar.