A estos argumentos pretendió sumarse también la Xunta de Galicia. Alegando incluso que las pretensiones en este caso de la Junta de Castilla y León de defender sus minas de carbón suponía mejores condiciones para las empresas, que podían atraer a las del territorio vecino.
El pasado 6 de noviembre el Tribunal General de la UE dictó un auto rechazando la participación de la Xunta de Galicia como parte coadyugante en el recurso contra el incentivo al carbón nacional presentado por la central de ciclo combinado Castelnou. Un auto cuyos contundentes argumentos han llevado al gobierno que dirige Alberto Núñez Feijóo a retirarse de la guerra mantenida contra el carbón nacional en Luxemburgo, ante la evidencia de que la decisión comunitaria no iba a ser favorable a sus exigencias.
Esta situación ha sido noticia hace unos días debido a la retirada del ejecutivo autonómico gallego de esta "guerra".
>> Diario de León (I)
Una noticia que no deja de sorprender, ya que la actualidad en Aragón en los últimos tiempos, se ha centrado en que los recortes y las políticas respecto a la minería dejarían sin trabajo a una buena parte de los territorios que en esta comunidad se dedican a la minería. Así que de nuevo surge la polémica en torno a la producción energética en Castelnou. Tan sólo hace unos días que veíamos como se reabría el debate sobre la legalidad de una línea de alta tensíón entre Caselnou y Escatrón.
También podíamos leer lo siguiente en ese mismo diario:
La organización Greenpeace España se presentó también como parte coadyugante tanto en el recurso de la Xunta de Galicia como en el de Castelnou. Lo que levantó no pocas ampollas en el sector carbonero nacional, al considerar que los ecologistas litigan contra el carbón nacional en favor del gas de importación, que produce también emisiones de CO2.
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