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He pensado dedicar hoy unas palabras para comentar el estado actual del proyecto Caravana de Niños de Castelnou, o 25-A.
En 1989, el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en su decisión 89/46, recomendó que el 11 de julio se observase el Día Mundial de la Población. Ese día centra la atención en la urgencia y la importancia de las cuestiones de población, particularmente en el contexto de los programas y planes generales de desarrollo, y en la necesidad de encontrar soluciones a estos problemas.
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Sin duda este verano mucho tendrán que cambiar las cosas para que el 25 de agosto de nuevo se celebre el cumpleaños de esta iniciativa municipal, que pretendía atraer a nuevos vecinos hasta Castelnou. Hace casi un año se celebraba que esta localidad turolense había duplicado su población gracias a este proyecto que contaba con un año de existencia y había conseguido, además de un éxito mediático de convocatoria, también comenzar a dar sus primeros pasos contra la despoblación.
Trascurrido un año más, las cosas han cambiado sustancialmente hasta el extremo de que muchos de los que albergábamos un poco de esperanza en esta iniciativa, ahora la veamos desmoronarse salpicando a otros aspectos positivos dentro de una localidad que parece gozar todavía de unas cuentas saneadas a pesar de la crisis económica global en la que nos encontramos.
Lo que en principio se interpretó como un empuje de buena suerte, que fue la instalación de la empresa Modul System, ahora parece haberse convertido en el mayor foco del problema arrastrando con su propio fracaso al resto del proyecto municipal. Esta era una empresa que prometía no sólo mantener con su actividad el empleo para inicialmente 20 nuevas familias, sino que pretendía traer muchas más...
Es fácil pensar ahora, pasada esta euforia, que apostando por la instalación de esta empresa se rompía con uno de los pilares de esta iniciativa, que la hacía diferente a otras en que se fomentaba que las personas que vinieran a la localidad lo hicieran con un proyecto debajo del brazo.
Así lo veía Joan Jolís de la revista Pronto:
Se optó por apostar por sólo una empresa, inyectando en este único proyecto "seguro" una buena cantidad del presupuesto municipal.
Esta empresa traía a nuevos pobladores, que lejos de traer proyectos personales, traían a sus familias y disposición a trabajar en su plantilla. Parecían tener varios proyectos seguros que garantizaban su expansión.
Esta empresa traía a nuevos pobladores, que lejos de traer proyectos personales, traían a sus familias y disposición a trabajar en su plantilla. Parecían tener varios proyectos seguros que garantizaban su expansión.
Esto declaraba María Mercè Sentías, directora del proyecto Caravana de Niños pocos días después del primer aniversario del 25-A:
Me pregunto ¿cuál fue el criterio elegido para esta selección y la documentación que esta empresa presentó al consistorio para que este confiara en la viabilidad de ésta inversión?
Se trataba de una empresa de construcción, que precisamente era el mercado más machacado por esta crisis. Su única producción de importancia fue la creación de estas casas de madera, donde vivien estos nuevos habitantes, por supuesto financiadas por el ayuntamiento.
Aun así puedo entender que se apostara por un producto que parecía novedoso y con posibilidades. Pero apostar por algo nuevo es difícil y requiere de un estudio de mercado, algo que dudo mucho se hiciera, probablemente obedeciendo a unas prisas que desde mi humilde opinión, junto con otras trabas y defectos no le hacían ningún bien a todo esto.
>> Agosto 2010: artículo de opinión.
Se puso en marcha todo este "sainete" sin prestar la adecuada atención a las relaciones sociales y sociolaborales de los nuevos y los ya residentes en la localidad.
Llegando a protagonizar por parte de algunos de éstos algún que otro episodio vergonzoso, que incluso a este blog le ha costado el cierre de los comentarios, ya que el mal uso de estos medios, por parte de algunos de estos "ciudadanos" ponía más que en jaque las intenciones de este espacio. Y por lo visto, para días tenemos, ya que en estos momentos el ambiente sigue más que caldeado. Es prácticamente imposible sentarte o pararte a conversar en algún lugar de esta localidad y otras del entorno, sin que salga el tedioso tema de "Modul", como dicen algunos. El mismo tio Valero me decía bromeando que habría que poner carteles prohibiendo hablar del tema...
Supongo que somos muchos los que estamos esperando alguna respuesta pública del consistorio, ya que lo quiera o no, es corresponsable de esta catástrofe, de la que sin duda los más damnificados son los pocos que continúan trabajando en esta empresa, o los que ya no lo hacen y hace poco más de un año apostaron por venir a vivir a Castelnou. Estos mismos trabajadores que empezaron por reclamar a esta empresa el cobro de sus salarios, que se ha ido retrasado bastante tiempo dificultando su propia manutención, además de acarrear más gastos a la localidad derivados del impago del alquiler de las viviendas, etc.
Son estos los que deben reclamar la falta de previsión entre otras cosas a esta empresa. Pero también el ayuntamiento debe pedir responsabilidad por todo lo sucedido.
En mi opinión habría que facilitar el regreso de estas familias a sus localidades de origen asumiendo el error, y ¿por qué no? ayudarles a encontrar un empleo digno dentro de las posibilidades, como pago a la confianza que estos depositaron en este proyecto.
Alargar más esta situación, que no parece ofrecer garantías de arreglarse es de una total irresponsabilidad.
Y si existen garantías serias de que esto se solucione, deberían ser expuestas públicamente en una reunión y no dejarlas simplemente sujetas a los rumores, como hasta ahora se ha hecho en lo referente a todo este asunto.
