miércoles, 12 de octubre de 2011

pilares 2011

FIESTAS DEL PILAR EN CASTELNOU
Otro año más en Castelnou se celebra esta festividad en la que todas las vísperas del día del Pilar, se hace una hoguera donde se asan todo tipo de carnes. Además se adorna la capilla o ventana de la virgen. Una decoración que tiene de peculiar la colocación de dos macetas de cebada amarilla a ambos lados de esta.
La capilla está instalada en la calle Barrio Verde, haciendo esquina con un pequeño callejón conocido como "barranquico".
Es tradición sembrar la cebada todos los 24 de septiembre en una bodega (a oscuras), así esta planta crece adquiriendo un característico tono amarillo y blanco, con los tallos curvándose hacia abajo, como si de cabellos rubios se tratara.
>> unas fotos de la capilla (varios años) 
>> unas fotos del la preparación de la capilla
En torno a 25 personas se reunían la pasada noche en torno a esta hoguera y pasar una noche de fiesta.
Una tradición que ha variado con el tiempo.

Actualmente la gente joven se suele ir a Zaragoza a pasar estos días. Un montón ellos acuden esta mañana a la ya tradicional ofrenda de flores a la virgen del Pilar en la capital aragonesa.
Pero no hace muchos años que esta fecha era una de las festividades que más se celebraban en nuestra localidad. Toda la gente del pueblo acudía a la hoguera donde se asaban patatas, membrillos, boniatos y mazozorcas o "panollas" de maiz. No faltaban las botas de un vino recientemente creado. Se competía por el primer puesto en la calidad de estos caldos. Las mujeres hacían el "mosto del vino", una bebida dulce a base del mosto, para la elaboración de los vinos, separado de la brisa, colado y hervido hasta que se reduce a la mitad. Una vez embotellado se mezcla con aguardiente o anís seco.
Los más jóvenes eran quien estaban al cargo de traer la leña para esta hoguera, que principalmente era de ontinas, romeros, aliagas y tomillos. Todo esto aportaba un toque aromático, antes y después del fuego.
Para hacer buenas brasas los adultos aportaban troncos de sus casas.
Personalmente recuerdo que nuestra generación, cuando éramos críos, teníamos un carro de ruedas de hierro, que habíamos heredado generaciones atrás, él que se contaba que lo tomaron prestado para no 
devolverlo, al "tio Yesero"...
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