domingo, 15 de febrero de 2009

Las Amas de Casa prioras de San Valero

Sigue la racha de romper con las tradiciones en todo lo relacionado con la celebración de las fiestas de San Valero. En esta ocasión se trata de los priores. Este año que viene serán la Asociación de Mujeres el Molino, a las que casi todo el mundo llama las amas de casa. Este cargo hasta la fecha siempre había sido ocupado por una familia de la localidad. El pasado año esta tarea recayó sobre la familia de Amelio Acón y Pilar Maurel.
Para aquellos que no sabéis de que hablo, los priores o mayordomos del santo, son las personas que se ocupan del santo a lo largo de todo el año, con tareas como la limpieza y cuidado del altar de San Valero en la iglesia, el encargo y venta de los Panes Benditos, y la gestión de las finanzas del santo, ya que San Valero tiene dinero, no mucho, aparentemente no le llega el dinero de los vatios, entiéndase como una broma, pero cuenta con un dinero que le permite reparar los daños que se producen con el paso del tiempo en la escultura de la procesión y su peana, pero que desgraciadamente no llega para hacer reformas en el recinto que lo cobija durante todo el año, la iglesia, la cual literalmente se cae a trozos, pero de esto ya hablaremos otro día.
No estoy en contra de romper con las tradiciones, aun que a veces se pierde la esencia o el porqué de estas cosas, en muchas ocasiones resulta irrelevante, pero en otras creo que es más que recomendable. Ciertamente ésta es una cuestión que siempre suele levantar ampollas, lo fascinante de esta ocasión es que no he oído nada ni a favor ni en contra.

1 Comentarios:

TURO SOLIDARI dijo...

Respecto a lo de romper las tradiciones, como siempre, hay puntos de vista diferentes. En el caso de nombrar prioras a las mujeres de la Asociacion de Mujeres, no parece descabellado en absoluto, ya que asi resultan menos gravosos los gastos que acarrea ser prior o priora del Santo, al estar estos repartidos entre varias personas.
Respecto a lo de la reparacion o no de la iglesia, eso ya es harina de otro costal.
Es la misma institucion de la Iglesia la que debe hacerse cargo de los gastos de reparacion, utilizando para ello una pequeña parte del dinero que obtuvo especulando con terrenos en Zaragoza, por ejemplo.